
Si quieres,
te cuento los cuentos
que tu me contabas.
Si quieres
te escribo una lista
con nombres y camas.
Si quieres
me sigo creyendo
que fuiste una santa.
no tienes perdón.
de entrar en mi casa.
Como tienes valor de llamar por las noches
a ver que me pasa.
Como tienes la lengua tan larga
y la risa tan falsa,
no tienes corazón